Las notas musicales son utilizadas para representar la
altura y la duración relativa de un sonido en la notación musical.
Las notas musicales son:
Do.
re.
mi.
fa.
sol.
la.
si.
Estas son las 7 notas naturales básicas de la música.
Hoy en día nos parece muy normal ver las notas musicales con las letras DO, RE, MI, FA, SOL. También nos parece que siempre han estado utilizadas en los llamados pentagramas, formados por 5 líneas horizontales y 4 espacios entre ellas. Aunque, no siempre fueron así.
La existencia de las notas musicales y del pentagrama han ayudado a que la música sea más fácil de representar y que se extienda de forma más sencilla por el mundo entero.
Las notas se crearon por primera vez en el siglo XI (¡hace más de mil años!). Fue una idea del monje, Guido De Arezzo y no era exactamente igual a como las conocemos ahora. Lo que se le ocurrió a este monje es darle un nombre a cada nota musical y ponerlas en un tetragrama (porque al principio sólo tenía 4 líneas).
Para escoger el nombre de cada letra, el monje escogió un himno dedicado a San Juan Bautista que se llamaba "Ut queant laxis". Utilizando la primera sílaba de este himno, Guido De Arezzo escogió las sílabas para las notas musicales:
Ut queant laxis (Para que puedan)
Resonare fibris (exaltar a pleno pulmón)
Mira gestorum (las maravillas)
Famuli tuorum (estos siervos tuyos)
Solve polluti (perdona la falta)
Labii reatum (de nuestros labios impuros)
Sancte loannes (San Juan)
Quedaría así:
Para que tus siervos puedan exaltar a plenos pulmones las maravillas de tus milagros, perdona la falta de labios impuros, San Juan.
Un poco más tarde (¡600 años después!), el musicólogo Giovanni Battista Doni decidió cambiar la primera sílaba UT por DO, como se conoce hoy en día. Todavía se debate si esta decisión de Giovanni es porque era religioso y DO viene de Dóminus (Señor en latín) o si es por un motivo de orgullo ya que su segundo apellido empieza por DO (Doni).
Por su parte, el tetragrama que hemos dicho que creó el monje Guido De Arezzo, servía para aplicar alturas a las notas musicales. Con ello se conseguía diferenciar mejor las notas que eran graves de las que eran agudas y, mediante los espacios, la música ganó en riqueza y profundidad.
De Arezzo denominó a este sistema «entonación solmización», (que más tarde sería denominado solfeo).
De Arezzo no quiso nombrar a la séptima nota, (en esas épocas se consideraba el Si como un tono diabólico). No fue, sino hasta siglo XVI cuando se sumó a la escala la nota Si, cuyo nombre proviene de las primeras letras de San Juan. [Sancte Ioannes].
Por esos años también se añadió una quinta línea a las cuatro que se utilizaban para escribir la música, llegando a la forma en que hoy la conocemos: El pentagrama, después de las modificaciones llevadas a cabo en el siglo XVI, las notas pasaron a tener el nombre con las que las conocemos actualmente: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, y Si
En tanto, en los Estados Unidos se popularizó en el siglo XX, un sistema de notación conocido como “Cifrado Americano” , en el cual el nombre de las notas tiene una base alfabética, y comenzando por la nota, A, (La) le siguen en orden B, (Si), C, (Do), D, (Re), E, (Mi), F, (Fa) y G, (Sol), los Bemoles se denominan Flat y los Sostenidos Sharp. Puede que encontremos que la nota B, (Si) en algunos casos en nombrada con la letra H, (Quizá por hell)
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